En la actualidad, se observan diferentes tendencias en el ámbito de la podología, incluyendo la adopción de enfoques holísticos de tratamiento, el uso de tecnologías avanzadas para el diagnóstico y tratamiento de afecciones podológicas, el crecimiento en la demanda de servicios de pedicura médica especializada, la incorporación de terapias regenerativas para mejorar la salud del pie y la promoción de la educación sobre el cuidado preventivo del pie y la prevención de problemas relacionados.
Los primeros pasos son similares a los de una manicura. Con la diferencia que en el caso de los pies, puede haber más sequedad, por ello resulta esencial un tiempo de remojo prolongado con sales de baño.
Cortamos las uñas de los pies de forma recta para mantener la forma y el crecimiento natural, haciendo sutiles cortes en los laterales al igual que en las cutículas y retiramos la suciedad que se esconde bajo las uñas.
Utilizamos limas y el pulidor de uñas para eliminar células muertas y prevenir callos.
Aplicamos el exfoliante sobre los pies, centrándonos en los talones y las plantas. Enjuagamos con agua tibia y secamos.
Aplicamos crema en los pies y masajeamos desde los dedos de los pies hasta los tobillos, asegurándonos de cubrir todas las áreas y estimulando la circulación sanguínea y aliviando la tensión.
Limpia las uñas con quitaesmalte y suaviza. Pule y da brillo a la capa superior de la uña o aplica un esmalte a tu gusto.
Cuidar las uñas de los pies es importante para prevenir enfermedades. Los pies descuidados pueden desarrollar uñas encarnadas, que pueden ser dolorosas si no se tratan a tiempo. Los hongos son otra afección común que causa olor y picor. Las visitas regulares al podólogo pueden ayudar a prevenir todos estos problemas.
Te compartimos alguna de las preguntas más frecuentes en tienda.
La pedicure y la podología son dos servicios distintos para el cuidado de los pies. La pedicure se centra en mejorar el aspecto de las uñas y la piel, mientras que la podología es un campo médico que trata diversos problemas de salud relacionados con los pies, como callos, uñas encarnadas, hongos, deformidades y otros trastornos podológicos.
Puede variar según tus necesidades y la condición de tus pies. En general, se recomienda visitar al podólogo al menos una vez al año como parte de un chequeo preventivo, incluso si no tienes problemas aparentes. Si experimentas dolor,
incomodidad, cambios en la piel o uñas de los pies, es aconsejable programar una cita lo antes posible.
La prevención implica practicar una buena higiene de los pies, llevar un calzado adecuado y cómodo, mantener cortas las uñas de los pies y evitar la humedad excesiva entre los dedos.
Experimenta un servicio completo para tus pies, que revitalizará tu piel y la dejará suave como la seda. Además, podrás seleccionar tu tono de esmalte preferido. La fusión ideal en tus pies.
El cuidado personal
no es un lujo.
Es una necesidad.
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